El documento resume los cambios a través de cinco áreas que resultan esenciales para la creación de organizaciones sanitarias basadas en el valor:

• Participación del paciente. Los pacientes y sus representantes (cuidadores, etc.) no deben ser receptores pasivos, sino participantes activos en el diseño de sus vías de atención y en la medición de los resultados.

• Definición y medición de resultados. La medición de los resultados del paciente es fundamental para el enfoque basado en el valor. Los resultados a largo plazo son responsabilidad de todos los proveedores de servicios sanitarios y deben ser compartidos a través del sistema así como con el paciente. 

• Atención coordinada. El valor se crea al prestar una atención sólida y continua que permita proporcionar planes de atención integral para grupos y segmentos específicos, con vínculos a la comunidad en general y mejorando la prevención y el bienestar.

• Buen gobierno. Las estructuras y los sistemas dan soporte a los procesos de coordinación de las vías de atención, a los proveedores de servicios y a la medición de resultados y mejora continua.

• Contratación. Los contratos representan una valiosa vía para impulsar el valor en la sanidad, así como para apoyar un enfoque orientado al paciente y al resultado. Las organizaciones sanitarias tratan cada vez más de introducir contratos que permitan incrementar el valor.

Estos cinco componentes se pueden alinear hacia el objetivo final de creación de valor, que se refleja en pacientes que viven una vida más independiente y agradable a un coste sanitario, en general, más bajo. Un gran número de casos prácticos en todo el mundo demuestran que es posible cambiar radicalmente de dirección para crear organizaciones sanitarias basadas en el valor.